Se trata de Ramón Omar Alvez quien vive a pocos metros
de la Iglesia Católica de la ciudad de Dos de Mayo, según su denuncia todos los
años en época de la novena se lanzan bombas de estruendo a las 5:30 y a las
19:30 afectando a los vecinos, animales pero principalmente a su hija quien
tiene síndrome de Down y cardiopatía congénita. "Soy católico, hace 9 años
vivo en este lugar y nunca tuve problemas con ningún vecino, desde que llegó el
nuevo cura párroco se implementó la utilización de bombas de estruendo dos
veces al día durante la novena de cada año, mi hija vive con miedo y se orina
cada vez que escucha las explosiones, le cuesta dormir y tiene serios problemas
en la escuela. El año pasado los vecinos hicimos un petitorio y juntamos firmas
para que pare con estas prácticas pero él simplemente manifestó que ´las bombas
son algo innegociable´ y que seguirán. Cuando intenté hablar con él me dijo que
´ya había hablado con la policía así que no va haber cambio y va a seguir así´ por
lo que decidí ir por otras vías para hacer valer mis derechos y el de mi hija"
dijo preocupado Alvez.