El año pasado, unos científicos de la Universidad de Australia Occidental demostraron, usando marcadores radiactivos, que esta insólita orquídea obtiene todos sus nutrientes parasitando a hongos asociados a las raíces de ciertas plantas.
A pesar del hecho de que ésta es una orquídea completamente subterránea que no puede realizar fotosíntesis y no tiene partes verdes, todavía conserva los cloroplastos, los orgánulos vegetales en los que tiene lugar la fotosíntesis.
En comparación con las plantas normales, esta orquídea ha perdido el 70 por ciento de los genes en el cloroplasto. Con sólo 37 genes, constituye el genoma más pequeño de todos los genomas de cloroplastos conocidos en las plantas. Se sabe que el genoma del cloroplasto codifica para otras funciones además de la fotosíntesis, pero resulta difícil estudiar estas funciones en las plantas normales.
Los resultados de esta investigación son importantes para conocer mejor la pérdida de genes en otros organismos parasitarios, como por ejemplo, el parásito Plasmodium que causa la malaria, o paludismo.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
Published with Blogger-droid v1.6.7