13 niños murieron hoy cuando un hombre desequilibrado ingresó a una escuela de Río de Janeiro y abrió fuego contra los alumnos que se encontraban allí. El número de víctimas fue confirmado por la secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro luego de diferentes versiones.
Entre las víctimas figuran al menos nueve alumnas de entre 12 y 14 años de edad, la mayoría de las cuales recibió impactos de bala en la cabeza y en el tórax, según la Secretaría de Salud.
Otros 18 adolescentes, 12 niños y 6 niñas, fueron ingresados con heridas en los hospitales Albert Schweitzer, Saracuruna, Instituto Nacional de Traumatología y Ortopedia Pedro Ernesto, así como en el Hospital de la Policía Militarizada, informó la misma fuente.
La tragedia ocurrió en la escuela la municipal Tasso da Silveira, en el barrio de Realengo. El atacante, de 23 años, enfermo de VIH, ingresó en un aula de séptimo grado ubicada en el tercer piso del colegio y comenzó a disparar.
La mayoría de las víctimas fatales así como de los heridos presentaban tiros en la "parte superior del cuerpo", dijo el teniente coronel Evandro Bezerra, del Cuerpo de Bomberos. Varios de los heridos están en grave estado, "algunos con perforaciones de bala en la cabeza".
El agresor era antiguo estudiante de la escuela y habría entrado al centro educativo asegurando que iba a participar en un seminario que estaba previsto en el centro educativo. "Llegó bien vestido, conversó con varios profesores y entró en un aula, donde abrió fuego", afirmó el subalcalde del distrito oeste de Río, Edmar Teixeira.
El gobernador Sergio Cabral y el intendente carioca Eduardo Paes se preguntaron, en una conferencia de prensa ofrecida en Río de Janeiro, “de dónde (el asesino) sacó las armas y de dónde viene su experiencia”. Subrayaron que el hombre “entró con dos armas y tenía un cinturón con municiones profesional”. Desde temprano se manejó la posibilidad de un “acto terrorista” basado en la fe islámica profesada por el psicópata.
El gobernador fluminense relató que dos alumnos de la escuela, que habían sido alcanzados por las balas, lograron huir al exterior y a las dos cuadras encontraron un patrullero policial. Un sargento de esa unidad corrió hasta el colegio y baleó al asesino en las piernas. “Este cayó de una escalera y murió”. Para Cabral fue “una suerte que ese sargento llegara a tiempo porque el delincuente estaba descendiendo para el segundo con el arma preparada para más disparos”.
El sindicato de profesores de enseñanza primaria reveló esta mañana que ya había alertado sobre los riesgos de esta clase de delitos y concluyó que “hay problemas de seguridad” en los establecimientos. Cabral sostuvo que no irá a entrar en detalles sobre el tema. “Estamos conversando con los profesores” se limitó a responder. “El asesino fue alumno de la escuela y venía con alguna frecuencia. Hace pocos días estuvo aquí para pedir certificados de estudios”. De acuerdo con el gobernador, el hombre entró en el establecimiento y se dirigió a la sala de lectura donde conversó con una profesora. “Salió de allí y enseguida fue a cometer esta tragedia”.
Por su parte la presidenta de Brasil se refirió a la masacre que dejó al menos trece muertos, la mayoría menores. Les rindió homenaje durante un acto en Brasilia
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, manifestó su "repudio" a la matanza perpetrada este jueves por un hombre en una escuela pública de Río de Janeiro, que dejó al menos 12 muertos, incluido el pistolero, y otros 18 menores heridos, según el último balance oficial.
"No era de las características de nuestro país ese tipo de crimen, por eso considero que todos estamos unidos en repudio a aquel acto de violencia, a ese tipo de violencia, sobre todo con niños indefensos", dijo Rousseff en un acto con jóvenes emprendedores en Brasilia.
Inicialmente, la policía había informado de que el ataque de un pistolero en la escuela municipal Tasso da Silveira, situada en el barrio de Realengo, había dejado 13 muertos y 22 heridos, pero luego la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro corrigió las cifras y señaló que los muertos son doce niños y el pistolero, mientras que otros 20 menores resultaron heridos.
La presidenta, con la voz embargada y al borde del llanto, pidió a los presentes un minuto de silencio como homenaje a "los niños inocentes que perdieron la vida".
Según Rousseff, el minuto de silencio es "un homenaje a esos brasileñitos a los que se les quitó la vida tan temprano".
Previamente, el portavoz presidencial, Rodrigo Baena, había informado que Rousseff estaba "chocada y consternada" por la matanza.
"La presidenta Dilma Rousseff acompaña con grave preocupación el episodio. Ella está chocada y consternada", manifestó Baena.
El agresor, identificado como Wellington Menezes Oliveira, de 23 años, era un antiguo estudiante de la escuela y entró al centro educativo asegurando que era un conferenciante que iba a participar en un seminario que estaba previsto en el centro educativo, según las autoridades.
Fuente: EFE
Reproducir Video:
Fuente: EFE
Reproducir Video: