La mujer estaba preparando la cena y cuando abrió la ventana se encontró con lo que nadie quisiera: tres hombres desconocidos y uno de ellos entró violentamente y le partió la boca de un certero golpe. El escándalo hizo que
su esposo, que estaba descansando antes de ir a cubrir su puesto de sereno, se levantara, y en ese momento
fue reducido salvajemente a golpes por los otros dos atacantes, que hasta un brazo le rompieron, con culatazos de un arma y patadas.
Entre amenazas le
pedían “la plata”, pero ellos son una familia muy humilde y sólo le pudieron robar unos teléfonos celulares.
Por eso los efectivos creen que pudieron haberse equivocado de casa o que en realidad fue una venganza por problemas vecinales.
Una cena violenta
Cerca de las 21.30 del lunes, la guardia de la comisaría Primera se enteró que en el barrio Gauchito Gil, en el ejido urbano de la ciudad, se había producido un ilícito.
Cuando los policías llegaron a la zona indicada entrevistaron a Clara Da Silva (50). La mujer, muy dolorida por los golpes, narró que ella estaba con una hija y una nieta en la cocina de la casa, preparando la cena para su esposo, Valdemar Alvez Figueira (50), quien estaba descansando porque es sereno.
En un momento escuchó unos ruidos en el patio, abrió la ventana y observó a tres hombres que violentamente ingresaron a la vivienda. Uno lo hizo por la ventana y los otros dos por la puerta, que no estaba trabada.
El que entró por la ventana la golpeó en la boca y los otros dos se encontraron con Valdemar, que por los ruidos se levantó.
A los golpes
En ese momento lo golpearon, diciéndole “esto es para que no molestes a los vecinos”. Luego lo tiraron al piso y le patearon diciéndole “dame la plata, dame la plata”, mientras le proporcionaban culatazos en la cabeza, lo pateaban y lo dejaban tirado en el piso.
Al no conseguir dinero se apoderaron de dos celulares y en la parte de atrás de la casa hicieron disparos con arma de fuego. Luego se dieron a la fuga en un rodado.
La mujer sufrió lesiones graves en la boca y Álvez la fractura del brazo derecho. Personal de Criminalística trabajó en el lugar, donde incautó un cuchillo Tramontina y una ojiva de plomo.
Las víctimas aportaron los datos y características de las personas y del vehículo y la Policía los busca intensamente.
Inconvenientes con los vecinos
Álvez es sereno en un mercado, donde no tuvo nunca inconvenientes. Pero si tuvo problemas con los vecinos, ya que hay causas contravencionales por insultos y judiciales por peleas con piedras.
Pero más allá de los vecinos, creen que los delincuentes se equivocaron de casa.
Además se descarta que sean conocidos o vecinos porque actuaron a cara descubierta pero tenían puestas la capucha de sus camperas.
Fuente: Diario El Territorio