El homicidio fue a sangre fría. La víctima, Gabriel Da Silva (21), estaba totalmente relajada, jugando al pool en un precario bar, y por uno de los extensos ventanales, el asesino ingresó su mano con un revólver, la frenó antes de que el caño tocara la cabeza de su víctima y disparó delante de todos. Después, se fue caminando, como si nada hubiera sucedido.
Hasta anoche la Policía buscaba a un conocido de la zona, sindicado por los testigos presenciales de la ejecución como autor del crimen.
El violento episodio ocurrió ayer antes de las 3 en el bar del kilómetro 80 de la ruta provincial 17 de San Pedro.
Jorge Ríos es el propietario de un precario bar-pool de la zona y llamó para avisar que en su interior había un herido de arma de fuego.
Al local fue una comisión policial y al llegar encontró el cuerpo adentro, entre una mesa de pool, con los pies debajo de ella, y una divisoria de madera usada como banco que da al exterior.
La víctima tenía un disparo de arma de fuego en la parte posterior de la cabeza.
Del lado de afuera del pool, el que se había asomado sigilosamente y sin hacerse ver sacó un revólver calibre 32, fue identificado como Ricardo Fermín, alias “Mico”, de entre 20 y 25 años.
Tras el tiro letal el hombre guardó su arma de fuego y se fue caminando, como si nada hubiera ocurrido.
El bar, como no tenía permisos para funcionar, fue clausurado por las autoridades tras el episodio.
El hombre que fue ejecutado y su homicida tenían problemas desde hace rato, protagonizando desde peleas en la cancha de fútbol como otros cruces verbales, pero nadie sabía que la disputa iba a terminar con un crimen a sangre fría.
Fuente: El Territorio
Fotos: UR VIII - San Vicente