Miriam Susana (40) vive en el barrio Ibáñez de San Vicente y junto a sus dos hijos menores de edad concurrió a denunciar en la Comisaría de la Mujer el martirio al que habría sido sometida.
Según relató, el 16 de enero su esposo Eduardo de 39 años, ingresó alcoholizado al negocio que tienen como fuente de sustento en la misma casa y comenzó a destrozar todo y no conforme con los gritos y amenazas, tomó un escopeta doble caño calibre 16 que tenía en la vivienda y apuntándole a la cabeza la amenazó de muerte con sus hijos al lado.
Afortunadamente no disparó pero se retiró del inmueble enojado y con advertencias de retornar para concretar el hecho.
La rápida intervención de la Policía logró secuestrar del hogar, además del arma doble caño, otro similar calibre 36, cartuchos correspondientes a las dos armas y un rifle de aire comprimido. Eduardo desde entonces permanece prófugo de la Justicia, que lo busca con intensidad.
Fuente: El Territorio