José Tomaselli |
“Con esta actividad exploratoria vamos a conocer qué hay bajo nuestro subsuelo misionero. Se plantea hacer un pozo de 6 mil metros y ver qué tenemos. Las precauciones que se van a tomar son todas las conocidas y necesarias, para evitar justamente cualquier tipo de contaminación de nuestro acuífero”, apuntó Tomaselli, quien añadió que “hay que estar muy tranquilos porque la actividad la va a llevar a cabo una empresa estatal (YPF) que no está buscando maximizar recursos. Al contrario está destinando 277 millones de dólares a una actividad exploratoria para conocer el mapa del subsuelo argentino. En donde las empresas privadas no lo van a hacer jamás porque es una zona de ‘alto riesgo’, así lo ha definido el ingeniero (Miguel) Galuccio (el titular de YPF)”, sintetizó.
De acuerdo con el funcionario, “con esto se está ampliando la frontera hidrocarburífera del país para conocer qué tenemos, particularmente en la Cuenca Chaco–Paraná, que nunca tuvo actividad exploratoria. Tenemos que quedarnos absolutamente tranquilos en ese sentido”, insistió el director.
Cabe remarcar que el funcionario fue cuidadoso en no
mencionar la posibilidad de que se encuentre shale–gas, gas Pizarra o gas de Esquisto. Este combustible sólo puede ser extraído por la técnica de
hidrofractura conocida como “Fracking”, una práctica altamente contaminante
prohibida en Francia y suspendida en EEUU, Gran Bretaña, Alemania, Canadá y
Australia, por sus efectos contaminantes para el medio ambiente y su peligro
para la salud humana.
Mapamundi del Shale-gas |
La técnica consiste en inyectar en la tierra millones de litros de agua dulce mezclados con unos 500 componentes ácidos y químicos. Este proceso genera fracturas en la corteza terrestre y libera no sólo el gas de esquisto sino también otros minerales y metales pesados, venenosos y radiactivos. Además, de acusarse a esta práctica de provocar al menos dos terremotos, se ha señalado que contamina permanentemente tanto las reservas de agua subterránea como las fuentes hídricas de los ríos. Muchos de los agentes contaminantes implicados son cancerígenos.