Don Alejandro Orloff, un visionario en la utilización de los recursos |
Este es el caso de un hombre visionario para su época, estamos
hablando de Don Alejandro Orloff (1917-1998). De origen ruso llegó
a los 30 años a la Argentina y desde Dos de Mayo trabajó siempre para lograr un
verdadero aprovechamiento de los recursos. Creó en esa localidad las micro represas llamadas "Saltitos" que hoy llevan su nombre y son reserva natural e industrial, creó el aceite de té y su refinación como combustible entre otros inventos. En 1980 comenzó a desarrollar en su
mente un proyecto pocas veces visto en el mundo, “La Barcaza Productora de
Hidroenergía”. En aquel entonces era muy difícil avanzar con un proyecto de
estas características pero por suerte alguien se interesó en su idea, se trató del
exgobernador de la provincia René Buteler quien financió su proyecto. La misma fue patentada en todo el mundo convirtiéndose hoy en una referencia para el desarrollo de la energía.
Este es uno de los tantos títulos de patente de la Barcaza |
La Barcaza es simple, se basa en un sistema de micro turbina
Tipo Kaplan de rotación vertical lo que permite que, en pocas palabras, pueda abastecer
como mínimo a una colonia entera sin afectar la ecología ambiental.
Lo increíble de este proyecto es que aprovecha naturalmente la
velocidad de la correntada de un río o arroyo lo que posibilita la generación
de energía. Al anclarla en el curso de agua la barcaza toma la corriente
hídrica que se desplaza sin necesidad de realizar represas ni de canalizar,
dando la ventaja de evitar alterar la topografía y las condiciones ambientales
del lugar en donde se encuentre. A diferencia de los sistemas tradicionales la
energía se genera permanentemente, triplicando la eficiencia de una presa
hidroeléctrica de igual potencia.
Cómo Funciona
Un modelo aproximado de su funcionamiento |
La barcaza “Orloff-Buteler” se ubicará en forma paralela a la corredera, así se logrará la optimización del caudal para accionar la turbina. Al ingresar el agua a la tobera o apertura (ubicada en el plano inferior de la barcaza) circulará en una especie de embudo cayendo por un desnivel entre proa (que deberá estar ligeramente elevada) y popa (que deberá estar en descenso). Esta ligera diferencia provocará una aceleración del fluido moviendo la turbina que acciona el generador. El agua por último se libera por la tobera, sin acumulaciones.
El río Uruguay por sus características de caudal y profundidad se convierte en el lugar apropiado para este creativo invento, entre otros arroyos centrales en su desembocadura. El sistema “Orloff-Buteler” reduce el tendido eléctrico de red llevando rápidamente la energía a los lugares a abastecer como chacras, pueblos o colonias, evitando las costosas obras civiles.
Al ser una Barcaza su construcción resulta sumamente económica
y si las condiciones del río lo permiten se podrían anclar una detrás de otra
para aumentar la producción de energía.
Su Potencia
Treinta metros de eslora (de largo), doce de manga (ancho) y
2 metros de calado (nivel necesario de flotación) son las dimensiones ideales
del navío para generar 200 kilovatios con una correntada de 6 metros cúbicos
por segundo. Con un caudal de 1.000 m³/s y un mayor tamaño podría producir
hasta 30.000 Kw. El Río Uruguay puede ofrecer de 3 a 5 veces ese caudal lo que
implicaría una producción de poco más de 150.000 kw por barcaza, con 3 de ellas
llegaríamos casi a medio megavatio. Comparado con los mil megavatios horas/año aproximados
que pretende alcanzar Garabí es poco, pero la ventaja de no producir impacto
ambiental a un costo mínimo en su realización y su mantenimiento no tiene precio.