El parche lleva ya varios años en desarrollo. Todo comenzó
con el trabajo del profesor Anandasankar Ray en la Universidad de California,
Riverside. El profesor Ray es especialista en neurofisiología de los mosquitos,
concretamente en el funcionamiento de sus neuroreceptores químicos. El trabajo
de Ray ha sido desarrollado por una empresa llamada Olfactor Laboratories,
entre cuyas patentes se encuentra una sustancia capaz de matar las larvas de
mosquito en el agua sin contaminarla, y este parche.
Los mosquitos utilizan receptores químicos para rastrear el
dióxido de carbono. Es la manera que tienen de 'olfatearnos'. Kite se basa en
una combinación de componentes no tóxicos que, una vez liberados en el aire,
inhiben los receptores del insecto. Llevar el parche pegado a la ropa nos hace
invisibles al olfato de esas repulsivas bestezuelas durante un máximo de 48
horas.
Sin el parche y con el parche |
Los creadores de Kite aseguran que el parche es efectivo contra
todas las especies de mosquito, aunque no evita el 100% de las picaduras. Sin
embargo, si es lo bastante eficiente como para reducir de forma drástica la
incidencia de enfermedades transmitidas por los mosquitos, como la Malaria o el
Dengue.
El proyecto ha sabido granjearse el apoyo del Instituto
Nacional de Salud Estadounidense, e incluso ha logrado el respaldo de la
Fundación contra la malaria de Bill y Melinda Gates. Tras pasar con éxito las
pruebas de laboratorio, Kite necesitaba ser fabricado a gran escala, y para
ello recurrió a financiación colectiva en Indiegogo. La campaña necesitaba
75.000 dólares y ha logrado 157.000 a falta de más de un mes para su final.
La clave es que los internautas que han apoyado Kite no
recibirán todavía el producto, sino que están pagando unidades que serán
repartidas en Uganda. Una vez el parche pase estas pruebas de campo, y logre la
aprobación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, será cuando
comiencen sus planes a nivel comercial. De momento, la idea de ser invisible a
los mosquitos resulta maravillosa, aunque sólo sea durante 48 horas.
Fuente: Gizmodo en español, Kitepatch.com