Esta es una de las experiencias más ridículas que me toco vivir. Un colectivo de la Empresa Sol del Norte (patente EWZ 120) con destino Oberá - San Pedro - Iguazú se detuvo 40 minutos en Campo Viera, sobre Ruta Nacional 14 en pleno mediodía. Según supimos, varios minutos después, fue porque "el aire acondicionado no funcionaba". Es verdad que estamos en verano y que con las altas temperaturas el viaje se hace agobiante pero tampoco es el fin del mundo, de hecho ni el chofer ni el guarda sabían cómo reparar el desperfecto llegando al punto de viajar varios kilómetros con "la puerta de acceso abierta" con el único fin de "no pasar calor" poniendo en riesgo la vida de quienes iban abajo con el posible ingreso de un objetos contundentes o de la posible caida de quienes bajan del primer piso por las escaleras. Lo irónico es que nadie se quejó del calor, de hecho las temperaturas no superaban los 25 grados ambiente durante todo el día.
Luego de discutir unos minutos con los choferes cerraron las puertas y abrieron las ventanillas haciendo el viaje más que aceptable.
La verdad no entendí por qué tuvimos que soportar el enojo del chofer que no paraba de llamar por teléfono, el tiempo perdido en la ruta y el riesgo innecesario de una puerta abierta por un simple aire acondicionado, tampoco estamos hablando de problemas de dirección o de frenos, era solo un aire acondicionado.
Para rematar esta locura el chofer decidió ir a alta velocidad haciendo peligrosas maniobras y evitando algunas terminales porque "se habían atrasado". En fin, llega fin de año y creo que todos explotamos por cualquier cosa, hasta incluso "un aire acondicionado".
Daniel Orloff - Periodista/Locutor