A partir de esa decisión, FM interesó en el misil a la Compañía Anónima
Venezolana de Industrias Militares (Cavim), sancionada la semana pasada por el
Departamento de Estado norteamericano a raíz de la sospecha de operaciones
vinculadas con tecnología misilística con Teherán.
*Representantes de la empresa venezolana visitaron en septiembre pasado
Fabricaciones Militares y firmaron convenios sobre transferencia de tecnología
para plantas de compuestos químicos usados en motores de empuje de misiles. Las
negociaciones forman parte de un acuerdo estratégico militar firmado entre la
Argentina y Venezuela, cuyo socio principal en la materia es Irán.*
*En julio de 2011 fue la propia presidenta Cristina Kirchner quien terminó con
el misterio del nuevo misil argentino.*
*Ella presentó públicamente durante la cena de camaradería de las Fuerzas
Armadas, para que no quedasen dudas de su uso militar, el lanzamiento del
prototipo. Esa noche, el seleccionado de fútbol argentino jugaba uno de los
partidos de la Copa América, así que pasó inadvertido el mensaje presidencial
que rehabilitaba al Cóndor II, denominado ahora Gradicom.*
*Resultó una confirmación de las sospechas que tenía la embajada norteamericana
en Buenos Aires. Desde 2007, esa delegación diplomática estaba interesada en
potenciales derivaciones de un proyecto local de cohetes para poner satélites
en órbita. De acuerdo con los cables secretos filtrados por WikiLeaks, los
norteamericanos preguntaban a funcionarios argentinos sobre los verdaderos
objetivos del plan espacial. En 2010, determinaron que De Vido quería hacer un
arma balística, oculta bajo un supuesto uso civil.*
El proyecto Cóndor II comenzó en 1985 mediante la firma del decreto secreto 604
y fue desactivado en julio de 1990, tras las presiones de Estados Unidos.
Naciones árabes estaban detrás de la financiación del plan. Durante 15 años, la
Argentina se mostró como un buen alumno internacional, incluso ocupó la
presidencia en 2003 del Régimen Internacional de Control de Tecnología
Misilística, que vigila la proliferación de cohetes con alcance superior a los
300 kilómetros. Esas armas están prohibidas, aunque los países poderosos tienen
miles de vectores similares en sus arsenales.
Irán dominó hace años esa tecnología y posee misiles de muy largo alcance;
Venezuela pretende integrarse en ese club militar al que la Argentina se suma
paso a paso.
Hasta mediados de 2009, el proyecto oficial tenía que ver con la colocación de
satélites en órbita. En ese momento estaba a cargo la Comisión Nacional de
Actividades Espaciales (Conae), cuyos técnicos buscaban resolver los problemas
encontrados en el catalizador de hidrocina, el compuesto líquido que debía dar
empuje a los motores del cohete Tronador, cuyo primer y secreto lanzamiento fue
informado en exclusiva por LA NACION en 2007.
Con la iniciativa civil paralizada por temas técnicos, el entonces interventor
de Fabricaciones Militares empezó a visitar en 2009 las instalaciones en las
que se desarrollaba el Tronador. El enviado personal de De Vido era Arturo
Puricelli, hoy ministro de Defensa. El lugar recorrido varias veces fue Falda
del Carmen.
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Proyecto Cóndor |
A mitad de camino entre la ciudad de Córdoba y Villa Carlos Paz, bajo tierra,
se encuentra esa unidad que era secreta en los años 80 y que se pensó anulada
en los 90. Toda la maquinaría estaba en su lugar a la espera de la decisión
política de regresar el Cóndor II. A fines de 2009, De Vido y Puricelli
obtuvieron la aprobación de Cristina Kirchner. Los cables norteamericanos hacen
referencia a la queja del entonces canciller Jorge Taiana, que había defendido
públicamente la orientación civil del proyecto de la Conae, orgánicamente
dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Puricelli encontró en Falda del Carmen la capacidad esperada, incluso la
mezcladora de perclorato de amonio, base del combustible del misil. En
Planificación -cancillería paralela en la relación con Caracas- nació el plan
de colocar a la Argentina como potencia misilística.
Con esa meta en vista, Puricelli sostiene su puesto en el Ministerio de
Defensa, donde en los últimos meses no quedaron espacios para desarrollos
faraónicos mientras buques se hunden en sus propios muelles, otros se rompen en
navegación y los pocos aviones de combate que vuelan se caen.
Puricelli dejó su lugar en Fabricaciones Militares a un funcionario vinculado
con La Cámpora, Santiago Rodríguez, quien firmó los acuerdos con la venezolana
Cavim. El gobierno de Estados Unidos prohibió a sus compañías comerciar con
Cavim por sus relaciones con el desarrollo misilístico de Irán.
Rodríguez se sumó al impulso por los misiles adoptado por De Vido y Puricelli.
En el presupuesto de 2013 figura la construcción de una planta llenado de
propulsión de sólidos compuestos para misiles; también la edificación de armado
de vectores (la estructura del misil) en Villa María. Las piezas principales
llegarán desde Falda del Carmen, ocupada por la Conae con su plan espacial que
perdió fuerza frente a la iniciativa de Fabricaciones Militares.
En seminarios de ese organismo, De Vido dijo que debía contarse con esa planta
de armado de misiles a nivel industrial dado que se necesitaría abastecer las
necesidades argentinas y de la región. La idea en el laboratorio era del
Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef).
El plan de De Vido, expuesto en los mensajes del presupuesto 2013, es
independizar a Fabricaciones Militares y a Citedef para convertirlas en
empresas con mayoría estatal y participación de otros inversores. Cavim está en
primera fila. Pese a su relación con Irán. EL ARMA SECRETA
Cristina Kirchner aprobó iniciar el plan misilístico
*2009* *El inicio del plan* Arturo Puricelli, como jefe de Fabricaciones
Militares, empieza a visitar las instalaciones donde se había planificado el
proyecto Cóndor II, en los 90.
*2011* *Presentación de Cristina* La Presidenta anunció el lanzamiento del
prototipo de cohete, durante la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas
*2012* *Acuerdos con Venezuela* Fabricaciones Militares firmó convenios para el
desarrollo misilístico con una firma venezolana sancionada por EE.UU. por su
supuesto lazo con Irán