Ingrediente 1: Falta de Luz
La falta de iluminación es una de las principales causa de
reclamos de los vecinos de distintos sectores de nuestra ciudad. Tanto las
avenidas céntricas, como las rutas nacional y provincial, que pasan por el
ejido urbano y los barrios, no tienen alumbrado público, lo que es uno de los
causales de accidentes y robos.
Al menos una docena de notas recibieron el año pasado la
Municipalidad y el Concejo Deliberante solicitando que se reparen los
alumbrados públicos o que se efectúe el tendido donde no existe. Esos reclamos
no obtuvieron soluciones de fondo, ya que desde el municipio simplemente
informan a la empresa Emsa y ésta responde que no cuenta con fondos para
reponer los focos quemados. En las avenidas Tejeda, Constitución y Libertador, por donde
circulan muchos vehículos durante la noche (en especial antes de las 22 y a partir
de las cinco de la mañana), los focos de las jirafas y otros elementos del
alumbrado público están quemados, por parte de EMSA La respuesta se repite
siempre igual: falta de presupuesto.
Hay barrios enteros que no tienen más iluminación que la
proveen las viviendas particulares con focos hacia la calle. A todo este
sombrío panorama además deben agregarse los espacios públicos, que también
carecen de iluminación en San Vicente. Las plazoletas, plazas y parques no
poseen alumbrado público, lo que conlleva a que no puedan ser utilizados como
lugar de recreación por los vecinos y sí como lugar de encuentro de “banditas”.
Ingrediente 2: Exceso de luz
En otras calles ocurre algo completamente lo contrario, las
luces están encendidas durante todo el día. Muchas de ellas en pleno centro. No
es algo que ocurre de vez en cuando, es todos los días. La escusa es,
nuevamente, que no hay fondos para adquirir células fotovoltaicas. Además
durante los fines de semana, cuando las industrias no están funcionando, las
casas pueden llegar a recibir poco más de 220v trayendo graves problemas en
equipamientos electrónicos como heladeras, televisores, equipos de música, frízeres,
etc. De hecho uno de los requisitos para bajar la luz es tener un regulador de
voltaje pero nada dice EMSA en San Vicente de un disyuntor, algo que sin lugar
a dudas podría salvar la vida de una persona en caso de entrar en contacto con
un cable con corriente eléctica.
Alumbrados encendidos a plena luz del día, una constante en San Vicente |
Ingrediente 3: Cortes de luz
Otro de los temas es los cortes de luz en zonas aledañas a
la urbana, en algunas colonias es imposible tener un frízer o una heladera ya
que en algunas ocasiones, y con la escusa de un pico de consumo, los cortes
llegan a más de 6 horas. Además se dan microcortes, algunos de pocos minutos,
esos también impiden el normal funcionamiento de muchos aparatos electrónicos
limitando su uso únicamente a focos comunes ya que los de bajo consumo o
florecentes tampoco funcionan en estas condiciones.
Ingrediente 4: Platos rotos
Toda esas actividades generan, de una manera u otra, un gran
consumo. Alguien debe pagarlo y ese alguien siempre es del sector más humilde.
En las colonias de San Vicente (como en muchos puntos de Misiones) son los
propios colonos los que acercan los detalles de su consumo. Cada més deben
traer anotado su número de conexión, nombre, estado del medidor y firma. Luego
se le entrega la factura y se le cobra en consecuencia. Esto se hace porque las
zonas rurales quedan a mucha distancia y EMSA no cuenta con vehículos o
personal para tomar el estado a cada uno de los que viven en los casi 5 mil
kilómetros de caminos terrados de la zona.
Juan Esteban Carmona |
Este es el caso de Juan Esteban Carmona, un productor de la
picada Rosa Mística quien este mes se encontró con la desagradable noticia de
que debía pagar $534,35 su factura de luz cuando cada mes no superaba los $70.
Cuál fue el inconveniente, bueno, según nos pudo contar Juan en la "Mañana
de FM Libertad" el problema surgió porque alguien entregó un estado de
medidor muy superior al que él ya había entregado en el mes de Enero. Según
pudimos observar la medición presentada por él se realizó en uno de los papeles
a rellenar entregados por la propia entidad y la sobre facturada está escrita
en una simple hoja de cuaderno cortada. Lo curioso es que, ambas caligrafías
son exactamente iguales, es decir, cada uno de nosotros tenemos un estilo único
de escribir y de firmar pero aunque quisiéramos nos costaría mucho igualar un
número o letra cada vez que las trazamos. Es por este motivo que Juan desconfió
de la situación y pidió copias de ambos papeles para que luego no desaparezcan
las pruebas. Según el productor el jefe de EMSA, Pedro Gonzales, reconoció el
error pero igual insistió en que abone esa suma la cual será descontada en los
subsiguientes meses.
Juan fue contundente "de dónde quiere usted que yo
saque esa suma, vivo de la chacra y este mes hay que comprarle útiles a las
gurizadas (chicos). Yo no tengo esa suma y para peor si no pago seguro que
después me cobran intereses".
Factura de Juan con los detalles de consumo y monto total de este mes |
Arriba el estado dudoso con igual letra que la de Juan, de bajo el original. |
*click para ampliar las imágenes
Cóctel Final
Es irónico que EMSA confíe en el buen criterio de los
productores a la hora de tomar el estado de sus medidores pero en vez de
recompensarlos por su honestidad permiten que estos absurdos errores se repitan
una y otra vez en detrimento de los mismos.
La luz en San Vicente afecta a todo, desde el normal funcionamiento
de un foco, un frízer y un medio de comunicación hasta la provisión de agua o
la llegada de nuevas industrias. Cada año son más los habitantes en nuestro
municipio y cada vez son más los problemas. Falta de inversiones, recursos o
voluntad política, poco importa para quienes se merecen un servicio como
corresponde en pleno Siglo XXI, ni los gajos de los árboles se pueden cortar
sin autorización de EMSA, aunque estos estén generando chispas y fogonazos con
cada brisa o tormenta. Para peor la respuesta a cada reclamo es tan escueta o
demorada que hoy muchos de los que dependen de su energía eléctrica ya están
más que entregados.
Fuente: Primera Edición, Rompecabezas (FM Libertad).
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