En San Vicente hay sobradas pruebas de colaboración
desinteresada y de lucha por los más humildes, todo sin pedir nada a cambio.
Este es
el caso del comedor “Rayitos de Sol” a cargo de Fabián Bóveda, un hombre que
fue abandonado por su madre soltera al nacer y que quedó en casa de su abuela de 95 años, ella lo crió y lo acompañó con mucho sacrificio hasta los 118 años. Por eso Fabián sabe lo que es
estar en la calle, lo duro de la pobresa, pasar hambre y frío así que
tras la oferta de un empresario local pudo consiguir un terreno en el barrio 25 de Mayo, allí lo primero que hizo fue transformar una humilde
vivienda de 7x5 en
el comedor para los que menos tienen.
“
Nosotros hace mucho que estamos en esto y por suerte
siempre hay quienes colaboran aunque no siempre alcanza, hay mucho por hacer y
ahora queremos hacer un galponcito un poco más grande porque actualmente damos
de comer a más de cien niños de 4 a 16 años” nos contaba Fabián. “
Siempre
oramos y nos higienizamos antes de comer, en algunos casos bañamos a algunos
niños antes del almuerzo, en eso debo agradecer la colaboración desinteresada de
nuestra cocinera Elisa Batista y de sus hijas que vienen todos los para
preparar la comida y cuidar de los chicos. Además damos clases de apoyo cada
sábado de 14 a 16 porque nos preocupaba ver chicos que no sabían ni leer y ni escribir,
ahí también hay que agradecer a un par de docentes del barrio que colaboran con
muchas ganas”.
Quien quiera colaborar con el comedor lo puede hacer al
03755 15650055, más de cien niños se lo van a agradecer.
Nota relacionada: Verdadero Amor al Prójimo
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Esta era la casa que adquirió y luego la transformó en comedor |
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A la derecha está Fabián a la izquierda la cocinera con sus hijas |
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Más de 100 niños se alimentan a diario |
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Vecinos ayudando a ampliar el comedor |