Carlos Alberto Sapper tiene 33 años y el pasado domingo fue al Hospital de San Vicente porque su esposa tenía pérdidas debido a un embarazo de mellizos de tres meses de gestación. "El Doctor Gonzalez es el ginecólogo de Susana, mi esposa. Él nos advirtió que debíamos ir inmediatamente al hospital si algo así pasaba porque este era un embarazo de alto riesgo. Cuando llegamos estaba el enfermero en recepción viendo el partido de Argentina Chile. A los veinte minutos de espera le pregunto si la doctora Claudia Villaruel nos iba a atender dijo que la buscara yo. Supuse que estaba en la sala de enfermeros y ahí la encuentro. Ella me pregunta quién era, le di mi nombre y le expliqué la situación de mi señora pero dijo que no podía estar ahí y llamó a seguridad para llevarme nuevamente a sala de espera. Al poco tiempo cruza la doctora y le pregunto si me iba a atender, increíblemente se tapas las orejas y hace 'lara lara', como hacen los chicos cuando no quieren escuchar. No podía creer lo que estaba viendo así que le tomo uno de sus brazos para sacar su mano de la oreja y ella vuelve a llamar a seguridad" contaba sorprendido.
Luego continuó contando: "Esa noche volví a casa con mi señora porque no tenía setecientos pesos que sale una consulta privada y tampoco tenía como ir un domingo a la madrugada al Hospital de Dos de Mayo lo que fue peor porque a la madrugada comenzó con hemorragia. La historia no termina ahí, Carla, mi hija discapacitada de once años, comienza a levantar fiebre y tener problemas para respirar. Como ella está operada del corazón esto es muy peligroso así que nuevamente voy al Hospital y me encuentro con esta misma doctora. Estando esperando en el lugar llega la policía quien me pide que los acompañe, al parecer Villaruel me había denunciado por agresión así que me detuvieron y mi hija (que tiene problemas motrices) quedó sola en el lugar hasta las doce y treinta del mediodía cuando mi hermano la fue a buscar. Anteriormente había llamado a Lautaro, mi otro hijo de quince años, quien no pudo ingresar por ser menor. Lo peor de todo es que en todo ese tiempo nunca atendieron a mi hija" explicaba sorprendido.
Esta es solo una parte de toda la odisea ya que a los 2 días Lautaro también llega con un cuadro febril y la misma doctora estaba de turno, según Sapper ella se negó a atenderlos por temor a su seguridad. Él solicitó las filmaciones de las cámaras de seguridad del Hospital para que vean que no había agredido a nadie pero la respuesta fue que están fuera de funcionamiento por lo que tiene que peregrinar a distintos puntos de San Vicente en busca de testigos que aporten datos para su denuncia por maltrato y abandono de personas.
"Mi hija no quiere ir más al Hospital, tiene miedo que le pase algo que pongan preso a su padre, no sé cuál es el daño psicológico que tiene como secuela de esa experiencia, lo peor es que aún no sabemos si mi mujer perdió o no los embarazos, esta tarde haremos una ecografía para saber cómo está. En ese sentido quiero agradecer a todos los vecinos que me prestaron el dinero para que atiendan a mi señora en el sector privado, la verdad nunca pasé algo así" decía Sapper indignado.
Hasta el momento no hay versiones oficiales de lo ocurrido por parte de las autoridades del Hospital local aunque supimos que el Doctor Soto Gonzalez atendió en persona a la hija de Carlos y se puso a su entera disposición.