Este es un debate bastante extenso que merece unos minutos de análisis, pero primero centrémonos en sus dichos textuales:
“Soy un fuerte soñador y pensador que la marihuana es como
cualquier bebida que usted la quiere impulsar ¿no? Siempre están los que lucran
detrás de eso y ganan mucha plata. Si usted la libera no van a ver más interesados
que van a lucrar detrás de la marihuana o de la droga, yo creo que el
problema acá hay que liberarlo y usted como ciudadano no le va a prohibir a
nadie de que consuma o no le consuma porque si usted tiene la prohibición o una
ley que lo prohíba el ciudadano si quiere lo hace igual, entonces si es libre y
usted la quiere consumir la va a consumir y si está prohibido igualmente va a
buscar la manera para consumir (…) incluso soy un soñador de que bajaríamos el
consumo de la marihuana y estaríamos más tranquilos ¿no?.¿Va a querer consumir?
Lo planta detrás de su casa una plantita y va a consumir”.
Lo que quizás quiso decir el intendente es que, quitándole
el grado de “criminalidad” al consumo, los intermediarios no tendrían más ganancias
ya que las personas solo tendrían que plantarla y consumirla. Dejemos el
análisis de estas palabras para un poco más adelante, ahora veamos qué decía textualmente
solo unos días antes:
“El cuarenta por ciento de la juventud de Misiones tiene
menos de 18 años y hay que dedicar mucho tiempo, mucho trabajo para contener a
esa juventud y que es una responsabilidad política, de todos los políticos y de
cómo lo haces y de hacerlo cada día mejor y ver alternativas para contener a la
juventud y tratar de sacarle de los vicios que por ahí tienen alguno y que eso
no crezca porque no son todos los que están en cosas malas ¿no? Y por ahí
llamarle la atención a las personas que se dedican a desviarle la mente de esos
chicos, que traten de pensar en la familia de estas personas que les desvían a
los chicos de la familia porque poner un chico en la droga es sacarle de la
familia es ponerle en contra de la familia. En eso tenemos que trabajar entre
todos, tenemos que crear una conciencia colectiva entre todos y tratar de
buscarle la solución y buscar estrategias, hoy más que buscar solución es
buscar estrategias”. Más adelante en la nota decía “hoy estamos dando una
visión de que hay otra alternativa, no la droga y que podemos divertirnos de
otra forma, podemos distraernos de otra forma. La droga es la muerte. (…)
Nosotros somos los responsables de que ellos salgan, por ahí el mensaje que
nosotros le podemos dar es muy escaso pero todo lo que podamos hacer para que
este joven, o no tan joven es que deje, que pida ayuda, lo importante es que
pidan ayuda y seguramente nosotros le vamos a contener”.
Pongamos las cosas en claro, la marihuana es una droga.
Punto. Sabemos que la Cámara de Diputados de la Nación comenzarán un gran debate
este 13 de Octubre sobre el uso de la misma con fines medicinales en Argentina,
principalmente por un compuesto llamado cannabidiol, el mismo es extraído como
un aceite exclusivamente para uso terapéutico. Estas drogas no tienen
propiedades embriagadoras, por decirlo de alguna manera, y son usados para el
tratamiento de ciertas condiciones como epilepsia infantil (una enfermedad que ocasiona
convulsiones violentas) y algunos dolores crónicos en adultos. Lo polémico del
intendente es solicitar la “despenalización de la marihuana completamente".
En
2009 la Corte Suprema de Justicia despenalizó el consumo de marihuana en
adultos, siempre que se realice en privado y no implique riesgos para terceros,
pero de ahí a liberarla completamente es otra cosa. Muchos argumentan países como
Uruguay que hace un par de años liberaron esta droga con fines medicinales
autorizando las plantaciones controladas por el estado y de venta bajo receta
en las farmacias. Al día de hoy esto no logró efectivizarse de manera completa, principalmente por los altos costos en su venta permitiendo al mercado informal continuar con
sus operaciones. En otros países la experiencia es incluso mayor pero mucho
menos “liberal” de lo que la gente imagina. En Holanda, en 1976, se aprobó la
“Ley del opio” o política Gedogen, se habló de la despenalización pero nunca de
las variedades de marihuana (que son muchas), cada una con un factor de
adicción diferente, entendamos que cuando hablamos de “marihuana medicinal” nos
referimos a toda la planta: semillas, flor, tallo y hojas. Treinta años después
los holandeses se dieron cuenta que lo
que se buscaba era diferenciar la planta de las sustancias que tiene para los
diferentes tratamientos médicos. ¿Por qué entonces dicen que en Holanda se consume
menos droga que en otros países? Porque no existe el consumo “libre”. Sólo se
permite su venta en pequeñas cantidades en los llamados “coffee shops” que son
algo así como bares, además para cultivar se necesita un permiso oficial, los
coffee shops sólo pueden tener en existencia menos de 500 gramos, y el consumo
en calles y otros lugares que no sean los coffee shop está fuertemente penado
con hasta 12 años de cárcel.
Otro punto de debate es el consumo de drogas legales, es
decir el alcohol y el tabaco. Estas son drogas que más gente matan en el mundo, por eso ¿es
conveniente legalizar una droga más? Bien, en el caso del alcohol existen los
alcoholímetros y cada vez son más las localidades de nuestra provincia que
legislan el “Alcohol Cero” al volante, la pregunta es ¿se harán marihuanómetros
para evitar accidentes debido a sus efectos? El cigarrillo genera adicción pero no distorsiona la realidad
como las otras 2 anteriores. Con la legalización de la marihuana lo único que lograríamos
sería legalizar a los narcotraficantes, cambiar su foco y optimizar sus
recursos, porque apuntarían directamente a los menores de edad, si, a ese “40%
de jóvenes menores de 18 años” que mencionaba el intendente. Alcohol y tabaco
de contrabando sigue habiendo igual, pese a que están legalizados, por lo
tanto, legalizarla no resuelve el problema. Por último el uso crónico de la
marihuana está relacionado con la aparición de bronquitis, asma y sinusitis,
altera la percepción de la visión, el sonido y el tacto; afecta el estado de
ánimo y la interacción social, es un potenciador de cuadros de delirios y
alucinaciones en personas en riesgo, afecta la conectividad neural atrofiando
ciertas regiones específicas del cerebro involucradas en funciones como memorizar, aprender y el autocontrol, todos ellos factores fundamentales en la adolescencia. Entre más jóvenes más irreversible es el
daño.
Tomando en cuenta estas consecuencias resulta difícil
entender por qué el intendente de la localidad de Dos de Mayo plantea el tema
de la legalización, es verdad que detrás de todo esto hay un negocio y que cada uno es dueño de lo que consume pero
pensemos también que mucha gente hoy no se atreve a probarla porque está
prohibida y quizás lo haría si fuera legal. Pronto podrían estar hasta los niños consumiéndola, empezando su triste camino de adicción y destrucción.
Creemos que eso no es lo que muchos esperan de nuestra sociedad aunque a decir verdad el
debate recién comienza.
Fuentes: ADN (Agenda de Noticias), Misiones On Line, infobae.com, elmostrador.cl, drugabuse.gov, elquintopoder.cl