Hoy es una fecha que reconoce la labor de quienes trabajan la tierra y contribuyen al desarrollo del país. El origen de esta conmemoración se remonta al 8 de septiembre de 1856, cuando se fundó la primera colonia agrícola argentina en la ciudad de Esperanza, provincia de Santa Fe. Allí, más de 1100 personas, en su mayoría inmigrantes europeos, recibieron una parcela de tierra, animales, un rancho y semillas para iniciar el cultivo. Este hecho marcó el inicio del modelo agroexportador que posicionó a Argentina como uno de los principales productores agrícolas del mundo.
En honor a este acontecimiento histórico, el gobierno nacional estableció el 8 de septiembre como el Día del Agricultor mediante el decreto N° 23.317, dictado el 28 de agosto de 1944. Además, en la Plaza San Martín de Esperanza se inauguró en 1910 el Monumento a la Agricultura Nacional, que simboliza el agradecimiento a los pioneros de esta actividad.
Hoy, los agricultores y productores agropecuarios siguen siendo un pilar fundamental para la economía y la sociedad argentina, con cultivos como el trigo, la soja, el maíz, el girasol, el arroz, el sorgo, la caña de azúcar, el té y la yerba mate. Su trabajo implica cuidar y preservar el medio ambiente para que sea productivo, habitable y sano para ellos y otras especies.