En una tarde de ayer martes que debería haber estado marcada por el respeto y la solemnidad, un incidente perturbó la ceremonia fúnebre de quien en vida fuera Nicolás Batista, desarrollada en el cementerio municipal de El Soberbio alrededor de las 18:15 horas.
El pastor a cargo del servicio religioso se encontraba en medio de la ceremonia cuando Gilberto D. C., encargado municipal del cementerio, comenzó a protestar enérgicamente debido a un desacuerdo con el horario del evento. Pese a los intentos de otros presentes para calmar la situación, incluyendo a un familiar del difunto. El hombre continuó alterado y llegó incluso a propinar una cachetada a Jesica C.D.M, una docente de 33 años y concubina del dueño de la funeraria que realizaba el oficio.
El ambiente se tornó aún más tenso cuando la ebriedad de el empleado municipal se hizo evidente y su conducta se volvió incontrolable.
Al llegar las autoridades, el hombre seguía mostrando una actitud agresiva y continuaba lanzando insultos, complicando la intervención policial. La denunciante, preocupada por la seguridad y la paz durante la ceremonia, solicitó que se prohibiera el acercamiento para prevenir nuevas amenazas.
El reporte fue presentado ante la dependencia policial local, con el propósito de dejar constancia de los hechos ocurridos y garantizar medidas de protección adecuadas.
Nicolás Batista falleció de un cuágulo debido a un presunto Accidente Cerebro Vascular (ACV), fue luego de luego de dos meses de agonía luego de ser traslado a la ciudad de Posadas. El mismo se había descompensado en el Hospital de El Soberbio mientras esperaba ser atendido "por un malestar". Debido al reclamo de los familiares por lo que tuvo que esperar para ser atendido se desarrolló un inconveniente institucional que amenazó con renunciar y dejar sin médicos de guardia. En esa oportunidad el SAMIC de San Vicente asistió con sus profesionales para descomprimir la situación.