El deportista de alto riesgo austríaco Felix Baumgartner
tocó tierra sano y salvo tras lanzarse desde la estratosfera, a más de 39.000
metros de altura, para convertirse en el primer ser humano en tratar de romper
la velocidad del sonido en caída libre.
Los cálculos de la misión preven que lo consiguió en los
primeros 40 segundos de caída libre, cuando aceleró en ese espacio de tiempo
hasta 1.173 kilómetros por hora.
Baumgartner logró controlar el descenso y evitar caer en
barrena, lo que le podría haber llevado a perder la consciencia o sufrir una
hemorragia cerebral en caso de girar de forma descontrolada. La caída libre de Baumgartner fue de cuatro minutos y 19
segundos, por lo que no pudo romper el récord anterior, de cuatro minutos y 36
segundos.
En total requirió unos 16 minutos en tocar suelo en un
aterrizaje perfecto en paracaídas tras lanzarse al vacío dentro de su traje
presurizado, que le protegió de la baja presión y las bajas temperaturas.
En condiciones normales, en la atmósfera terrestre la
velocidad del sonido es de 1.234 kilómetros por hora, mientras que en la
estratosfera se puede alcanzar con unos 1.110 kilómetros hora por la menor
resistencia del aire. El aventurero austríaco, que se preparaba desde hace cinco
años para esta misión.
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Felix Baumgartner |
De esta manera habría roto tres récords:
1) el primero
en superar la velocidad del sonido (más de 1.100 kilómetros por hora) sin ayuda
mecánica.
2) realizar el salto con paracaídas desde más altura.
y 3) subir en globo al
punto más alejado de la tierra.
El Cuarto record se lo dejó a su principal asesor, el hasta la fecha poseedor del récord
del salto en paracaídas desde mayor altitud:
Joe Kittinger, de 84 años, quien se
arrojó en el 16 de Agosto 1960 cuando era miembro de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos desde
una altura de 31.333 metros y duró 4´36 en el aire.
La velocidad de caída de Baumgartner será recogida por el
instrumental que lleva en su traje presurizado y expertos independientes
ratificarán si ha superado la velocidad del sonido.
El salto coincide con el 65 aniversario de la gesta del
estadounidense Chuck Yeager, el primer piloto que rompió la barrera del sonido
a bordo de un caza X-15.