El geólogo José Portaneri dijo que los terremotos no tienen nada que ver con los cambios climáticos, y que tampoco influyen las explosiones solares. Aseguró que el suelo misionero, como así esta parte del continente es estable. Y lo que ocurrió en su momento en la represa de Yacyretá fue otra cosa. Explicó que esa pequeña porción del planeta fue ocupada por el sobrepeso del agua, y "esa fuerza ejercida tendió a restablecer una nueva situación de equilibrio, que de ninguna manera implica riesgo para las poblaciones". Lo que sí debemos prepararnos, dijo, para desastres naturales como el tornado ocurrido en San Pedro, que llamó la atención de los estudiosos no sólo por su violencia, sino por la forma en que irrumpió.
El ex director de Minas y Geología provincial dijo que hoy se puede considerar que esta estabilidad se puede extender a toda la parte de América que está sobre el océano Atlántico, salvo algunos expertos en el tema, una zona próxima a Tierra del Fuego y otra zona de El Caribe que serían zonas tectónicas inestables, en realidad la zona inestable de América serían todos los países que están sobre el océano Pacífico.
La onda que provocó el tsunami, término que se popularizó recientemente, -antes se llamaba maremoto- llegó atenuada a las costas de América y no hubo que lamentar daños materiales ni en los humanos.
Subsuelo de magmas
Respecto a Misiones, el geólogo explicó que lo que aflora o está a poca profundidad es el resultado de erupciones que no fueron por conos volcánicos como ocurre en otras zonas, sino fueron coladas de lavas que surgieron por fracturas de carácter regional y que abarcaron o abarcan una vez que se solidificaron, un territorio que tiene más de 1 millón de km2 y que se considera que es uno de los campos de basalto, la roca que resulta de las erupciones volcánicas, uno de los territorios más extensos del mundo en haber recibido este fenómeno.
La roca del subsuelo misionero se extiende a todo el suroeste de Brasil, Paraguay, Uruguay y toda la parte nuestra del Litoral argentino.
El especialista dijo que en nuestro caso se puede ver porque es quizás la única provincia donde aflora el basalto, o piedra mora que está en todo el subsuelo misionero.
Portaneri agregó que en algunos casos el subsuelo está cubierto por la propia alteración de la roca, “lo que llamamos el suelo colorado, que contiene óxido de hierro, aluminio y titanio, que forma parte de la roca y se ve cuando llueve mucho, cuando se erosiona la tierra y empieza a correr, por ejemplo en una cuneta o al costado del camino, es cuando se ve que deja un polvo negro que tiene alto contenido de titanio. Ese mineral no se explota acá porque no es económicamente factible, sí se utilizó la tierra colorada para fabricar sulfato de aluminio”.