Nuevos análisis realizados en el fósil de 417 millones de años de antigüedad de un inquietante escorpión gigante, de una especie ya extinta, han revelado vestigios de quitina en su exoesqueleto.
Este hallazgo convierte en realidad algo que hasta ahora se consideraba imposible: La antigüedad de la quitina hallada es varios cientos de millones de años mayor que la que se consideraba la máxima posible para la conservación de este material.
El hallazgo fue realizado por un equipo de científicos dirigido por George Cody del Instituto Carnegie de Washington. Los análisis se llevaron a cabo en las nstalaciones de la ALS (Advanced Light Source) en e Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en California.
Algunas especies llegaban a los dos metros de largo.
El tamaño de estos escorpiones gigantes es una atemorizante demostración de que en el pasado los arácnidos, los insectos, los crustáceos y algunas otras criaturas eran mucho más grandes que hoy.
El estudio de una pinza de escorpión marino gigante, realizado en 2007 por el paleontólogo alemán Markus Poschmann, Simon J. Braddy (de la Universidad de Bristol) y Erik Tetlie (de la Universidad de Yale), desveló, tal como informamos entonces en NC&T, que la escalofriante bestia medía alrededor de 2,5 metros de largo, lo que pasó a situarle como e mayor escorpión que la evolución haya producido. Por lo que se sabe, los euriptéridos son los antepasados acuáticos (y ya extintos) de los escorpiones terrestres, y posiblemente de todos los arácnidos propiamente dichos.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
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