Operarios de Emsa se acercaron hasta la
FM Sol de Colonia
Paraíso, a 12 kilómetros del casco urbano de esta localidad para solucionar
los problemas de suministro eléctrico en una línea, pero por accidente
derribaron la torre de la antena.
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Foto: El Territorio - Carlos Dornells |
El propietario de la radio, Juan Pereyra, es un reconocido comunicador social
que se moviliza en silla de ruedas, ya que le fueron amputadas las piernas, y
contó las dificultades que le significa no sólo que su emisora esté fuera del
aire, sino también no contar con energía eléctrica en su domicilio.
El hecho ocurrió ayer, alrededor de las 9, cuando un vehículo de la empresa,
tras finalizar su tarea, enganchó uno de los tensores de la antena, que
prácticamente se partió al medio y desplomó 26 de sus 55 metros sobre el patio
de la emisora y el de un vecino.
Relató que después de lo sucedido se acercó hasta el lugar un abogado de Emsa,
quien manifestó que ahora se deberá seguir un proceso y que por las vías
legales tratarán de reparar los daños.
“Me propuso que me haga cargo de los gastos de reparación y que luego ellos me
descontarán del consumo de energía eléctrica en las siguientes facturas. Me
parece un disparate, el presupuesto que me pasaron los técnicos de Oberá ronda
los 35 mil pesos y mi consumo de energía es de aproximadamente 200 pesos (serían casi 15 años de pago por parte de EMSA), ¿de
dónde saco esa plata?”, se preguntó. Y continuó: “Amén de este accidente, lo
que más me preocupa es que estoy sin luz y tengo medicamentos en la heladera,
que son indispensables para mi salud”.
Juan se comunicó telefónicamente con el jefe de distrito de Emsa, quien se
encontraba de viaje y no estaba al tanto de lo sucedido, aunque se comprometió
a enviar una cuadrilla para reestablecer el suministro.
De todos modos, no es el propietario el único perjudicado, ya que en la FM
trabajan otras ocho personas, tres de las cuales tienen su sueldo como único
ingreso y el resto depende de la venta de publicidad.
Especialistas en montaje de antena constataron que más del 50 por ciento de la
estructura está dañado, incluyendo ocho dipolos. Entre el envío desde Buenos
Aires y la calibración, reponerlos demoraría unos 45 días. Además, no se sabe
si los equipos transmisores sufrieron algún perjuicio.