El manejo de un millonario “paquete” de fondos públicos que llegaron y se destinarán a la creación y puesta en marcha de la Universidad del Alto Uruguay (Unau) en San Vicente derivó en una fuerte puja política que va dejando sus primeras víctimas en el camino.
La ahora exrectora, Marina Arjol, formalizó su renuncia la semana pasada tras soportar un fuerte asedio local, a través de algunas radios y las redes sociales. Quienes la cuestionaban, pusieron en dudas el manejo de los más de diez millones de pesos que llegaron a las cuentas de la administración durante 2016 para financiar los primeros pasos de la unidad académica, tan largamente esperada por la comunidad.
El dirigente radical y actual delegado del Plan Belgrano en Misiones, Hernán Damiani, no dudó en apuntar contra el intendente Valdomiro Dos Santos y su entorno, como interesados directos en la salida de Arjol por los negocios que, al final, se habrían frustrado con la intransigencia de la exrectora mientras duró en el cargo. De allí, dice, el origen de los ataques.
“La señora Arjol fue víctima de un verdadero terrorismo moral, un asedio constante con pedidos de informes, rumores respecto de la administración, ataques verbales, injurias. Este infierno que le tocó atravesar por no prestarse a ciertos intereses y a cierta matriz de corrupción que estaba enquistada, hicieron que Marina decidiera transparentar toda su gestión, contestar todos los informes que se le requirieron tanto a nivel provincial como nacional y volver a la paz de sus investigaciones y su tarea docente, siempre ejercida con prestigio. La cantidad de intereses que tuvo que enfrentar mellaron su espíritu, por eso se apartó”, aseguró.
Nadie puede referirse en forma contundente a la cuestión, pero en San Vicente se conocen algunos detalles de uno de los posibles negocios frustrados en torno a la Unau tras el cambio de signo político a nivel nacional.
Dicen que un funcionario allegado al jefe comunal habría adquirido un predio de 300 hectáreas a la altura del kilómetro 55 de la ruta nacional 14, con la intención de revenderle luego este terreno a la futura universidad, cuyo proyecto “casualmente” se desarrolla en un predio de similares dimensiones.
“En los últimos tiempos aparecieron varios donantes de terrenos y evidentemente se afectaron otros intereses para adquirir otro tipo de inmuebles”, resumió Damiani, quien recordó que también existe la posibilidad de una donación de hectáreas del Instituto de Previsión Social.
El coordinador académico Rubén Colucci, también admitió fuertes pujas en torno al manejo presupuestario y las futuras inversiones. “El proyecto de Universidad aprobado por ley, contempla varias etapas. Primero el desarrollo del plan académico, a través del diagnóstico que se hizo en la región, y cuyo resultado ya fue entregado al Ministerio de Educación para definir las carreras que se dictarán. Después vienen otras etapas, como la compra del terreno y la edificación. Esto no está definido, quedará a cargo del nuevo rector. Puede que haya gente que estuvo interesada en la compra de un determinado predio, no lo puedo certificar, lo que sí puedo decir, es que esta administración estuvo permanentemente hostigada” lamentó.
La docente dejó libre el cargo y posibilitó el arribo del médico Magno Ibáñez, quien según trascendió, asumiría como nuevo rector este lunes y deberá manejarse en el mismo campo minado. “Está mal que lo diga, pero la señora Arjol se fue por el maltrato recibido”, dijo Rubén Colucci, el coordinador académico de la flamante organización.
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