Una mujer denunció ayer por la mañana que le habían robado una motosierra marca Sthil de su olería en el barrio San Cayetano. Gracias a la labor de personal de encubierto, el artefacto fue hallado en menos de 24 horas en un área de malezas cerca del lugar del robo.
La motosierra fue secuestrada y será devuelta a su dueña, de acuerdo con lo dispuesto por el juez que interviene en el caso. La policía sigue investigando para dar con el responsable del hecho y llevarlo ante la justicia.
Dos hombres que intentaron evadir un control de Gendarmería Nacional fueron detenidos en la madrugada de este jueves en la provincia de Misiones. En su camioneta llevaban una mochila con casi 19 mil dólares, más de 700 mil pesos, un revólver y equipos de comunicación.
El hecho ocurrió cerca de las 00:30, cuando personal del Escuadrón 49 “San Vicente” realizaba patrullajes en las Rutas Nacional 14, Provincial 13 y Costera 2, en las cercanías de las localidades de San Vicente y El Soberbio. Al llegar a la altura del paraje Mariano Moreno, los gendarmes observaron una camioneta que cambió bruscamente de dirección al ver el móvil de la fuerza.
Los efectivos siguieron al vehículo sospechoso y lo interceptaron a unos 10 kilómetros de El Soberbio. Al solicitar la documentación a los ocupantes, estos se resistieron y fueron aprehendidos. Con la presencia de testigos, se procedió a revisar la camioneta y se encontró una mochila con dinero en efectivo, un arma de fuego con municiones, dos radios de alta frecuencia, dos celulares y un par de binoculares.
Según las fuentes, los detenidos estarían involucrados en el comercio ilegal de granos y tabaco, que serían trasladados a Brasil por pasos clandestinos. El Juzgado de Instrucción de San Vicente ordenó el secuestro de los elementos hallados y la imputación de los sospechosos por presunto lavado de activos, tenencia de arma de fuego y resistencia a la autoridad.
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Varios objetos que podrían ser robados fueron incautados por la policía en la madrugada de ayer, durante un operativo de prevención de delitos y faltas en distintos barrios de San Vicente.
Los efectivos policiales sorprendieron a dos hombres que circulaban con dos amoladoras, una bomba de agua, una impresora, un televisor y dos machetes por el barrio Sarmiento. Al ver el móvil policial, los sospechosos tiraron los objetos y escaparon corriendo.
La comisaría local investiga la procedencia de los objetos incautados y busca identificar y detener a los fugitivos.
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Ocurrió cerca de las 10:10 cuando un hombre de 43 años se presentó con un Volkswagen Gol Trend blanco para realizar el trámite de transferencia de titularidad. Sin embargo, al inspeccionar el vehículo, el personal policial detectó que el número de chasis estaba alterado, así como también los stickers de seguridad y el grabado de los cristales. Además, las etiquetas de los cinturones de seguridad no coincidían con el año y modelo del auto. Ante esta situación, se procedió a la incautación preventiva del rodado y de su documentación. El caso quedó a cargo de la Comisaría Seccional 1ra. de San Vicente, que inició las actuaciones legales correspondientes. Se trata del segundo secuestro de un vehículo con estas características en una semana.
La policía de San Vicente incautó este lunes un auto marca Chevrolet, modelo Classic, que presentaba signos de adulteración en el número de chasis y en las etiquetas de seguridad. El hecho ocurrió alrededor de las 11:40, cuando el conductor del vehículo se presentó en la Planta verificadora para solicitar la transferencia de titularidad.
Según informó la policía, el conductor, un hombre de 38 años, se sometió al trámite de verificación policial, pero al momento de la inspección física se detectó que el sector donde se halla grabado el número de chasis tenía pasta seca, tipo masilla, y soldaduras que conformaban una “ventana”. Además, se observó que los stickers de seguridad habían sido removidos y que la fecha que figuraba en las etiquetas de los cinturones de seguridad no coincidía con el año y modelo del auto.
Ante esta situación, se procedió a la incautación preventiva del vehículo y de su documentación. El auto fue remitido a la Comisaría Seccional 1° de San Vicente, donde se iniciaron las actuaciones legales correspondientes.
Un hombre resultó gravemente herido tras chocar frontalmente su auto contra otro vehículo en la Ruta Nacional N° 14, a la altura del kilómetro 1041, en San Pedro. El hecho ocurrió este lunes alrededor de las 12:30 horas, según informó la policía.
El conductor herido, identificado como Francisco, manejaba un Chevrolet Prisma y colisionó contra un Renault Master tipo furgón, que era conducido por Marcelo Javier, de 37 años, que circulaba en sentido contrario. A raíz del impacto, el Chevrolet Prisma perdió el control y cayó a una zanja fuera de la cinta asfáltica.
Francisco fue trasladado al Hospital de la ciudad de Eldorado, donde se espera su certificado médico. Marcelo Javier resultó ileso. La policía de la Unidad Regional XIV se hizo presente en el lugar y realizó las pericias técnicas correspondientes. Los vehículos involucrados fueron incautados y se investigan las causas del accidente.
La policía de San Vicente realizó varios operativos durante el fin de semana, que terminaron con la detención de siete menores de edad, algunos de ellos armados con armas blancas y de fuego, y el secuestro de una motocicleta que circulaba a alta velocidad.
El viernes por la tarde, en el Barrio Gauchito Gil, los efectivos interceptaron a cinco adolescentes de entre 14 y 17 años, que portaban un machete, un cuchillo tipo carnicero y dos cuchillos más de diferentes tamaños. Los menores fueron trasladados a la comisaría y se les inició una causa contravencional por infracción a la Ley XIV N° 5, con intervención del Juzgado de Paz local. Luego fueron entregados a sus familiares, responsables de su guarda y cuidado.
En la madrugada del domingo, la policía detuvo a dos jóvenes de 23 y 24 años, que conducían una motocicleta sin documentación ni chapa patente por las avenidas de la ciudad. El vehículo fue secuestrado y los conductores quedaron a disposición de la justicia.
También en la madrugada del domingo, cerca del Hospital local, los agentes demoraron a dos menores de 15 y 16 años, que llevaban ocultas debajo de sus ropas dos pistolas de fabricación casera, presumiblemente calibre 22. Los menores fueron puestos a disposición del Juzgado Correccional y de Menores de Oberá, que ordenó que se les instruya una causa judicial por “Tenencia ilegal de arma de fuego”.
La policía de Dos de Mayo realizó varios procedimientos durante el fin de semana, que resultaron en la detención de dos personas por alterar el orden público, el secuestro de una motocicleta sin documentación y la recuperación de una garrafa de gas robada.
Según informó la División Comando Radioeléctrico, el sábado por la noche detuvieron a dos hombres de 67 y 49 años, que se encontraban en estado de ebriedad y causaban disturbios en la vía pública. Ambos fueron trasladados a la comisaría y se les inició una causa contravencional por infracción a la Ley N° XIV N° 5, con intervención del Juzgado de Paz local.
El domingo al mediodía, en el paraje Pueblo Ilia, los efectivos secuestraron una motocicleta marca Motomel, modelo 110cc, que circulaba sin ningún tipo de documentación, chapa patente ni espejos retrovisores. El vehículo quedó depositado en la dependencia policial a disposición de la justicia.
Por último, ayer por la tarde, la policía recuperó una garrafa de gas de 10Kg, que había sido robada de la casa de una vecina del Barrio Industrial. Tras recibir la denuncia, los agentes realizaron rastrillajes y hallaron el objeto oculto entre las malezas. La garrafa fue secuestrada y será devuelta a su dueña.
Mi madre se llamaba Rosa Orloff (67), tenía una afección respiratoria y cardíaca, el sábado 23 de diciembre del 2023 ingresó de urgencia al SAMIC de Oberá derivada del Hospital de Dos de Mayo. Desde entonces estuvo intubada y sedada en un coma inducido en la terapia intensiva. La última vez que la vi estaba consciente o semi consiente, pero seguía intubada y se retorcía de dolor, algo poco común en estos casos. Una de las doctoras que la atendía, la doctora María de los Ángeles Alfaro (M05381) dijo que le habían bajado el nivel de sedación y de oxigenación para ver cómo evolucionaba. Otra doctora, que creo es la que firmó el primer certificado de defunción, me aseguró que estaba mucho mejor y que me iba a mantener al tanto. A pesar de lo que vi me alegré porque esas eran las primeras buenas noticias en días.
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| SAMIC de Oberá |
Poco tiempo después de la última visita, el martes 9 de enero, fui al hospital a visitar nuevamente a mi madre y a finalizar unos trámites que me habían pedido para el Instituto de Previsión Social (IPS). Al llegar, me dijeron que los papeles ya estaban listos ya que el auditor los había retirado y que solo debía buscarlos. Salí del hospital y tomé un colectivo al centro. En el camino, una fuerte tormenta comenzó a caer. Al llegar a las oficinas del IPS, la delegada que me atendió me dijo que los papeles que tenía correspondían a los días que mi madre estuvo en terapia intensiva, y que desde el 7 de enero no había novedades, de hecho se podía apreciar varias prórrogas de internación escritas con birome. Me extrañó mucho, porque durante la última llamada telefónica la doctora me había dicho que mi madre estaba en terapia intermedia y que pronto la pasarían a una sala común. Pensé que quizás se trataba de un error o de un retraso en la actualización de los datos.
Cuando volví al hospital, el área administrativa estaba cerrada. Las encargadas me habían dicho que si al volver no estaban deslizara los papeles por debajo de la puerta, cosa que hice. Me dirigí al personal de seguridad y les pregunté por mi madre. Me dijo que no tenía registro de nadie con ese nombre en ese sector y que fuera a consultar a urgencias. Allí, el recepcionista me pidió que me sentara y que esperara a que un médico me atendiera. Pasó casi una hora hasta que me hicieron entrar en un consultorio.
El médico me pidió que le comentara qué era lo último que sabía del estado de salud de mi madre. Le comenté que hace poco había hablado telefónicamente con la doctora y que su evolución era aún más favorable, al punto de casi pasarla a una sala común. El médico me miró con extrañeza y me dijo que mi madre había fallecido el domingo 7 de enero a las 5:15 por un paro cardiorrespiratorio. Me quedé helado. No podía creer lo que me estaba diciendo. Le pregunté por qué nadie me había avisado y me dijo que habían intentado comunicarse conmigo pero que nadie contestó el teléfono. Le dije que eso era imposible, que yo tenía comunicación constante con la doctora y que incluso había dejado un número alternativo por emergencia. El médico me dijo que no sabía nada de eso y que solo le habían encargado que me informara de la muerte de mi madre.
Audio donde me informaban del avance en el estado de salud de mi madre:
Me sentí indignado y dolido. No podía entender cómo era posible que nadie me hubiera avisado de la muerte de mi madre y que yo, por ir de visita, me enteré de esa forma. Podían haber llamado al hospital que la derivó, incluso a la policía para contactarme pero nada, me parecía una falta de respeto y de humanidad. Le pedí al médico que me explicara qué había pasado con mi madre, cómo había empeorado su estado, nuevamente me dijo que no conocía los detalles pero que, en lo inmediato, tenía que ir a la morgue para reconocer el cuerpo y, posteriormente, darme el certificado de defunción.
Una vez que llegó el servicio de sepelio comenzó la otra etapa de mi indignación. Subimos el cuerpo al vehículo y fuimos al Registro de las Personas, luego de saber dónde se habían mudado y esperado más de 40 minutos porque "no había sistema" descubrimos que el certificado de defunción tenía un error. La doctora Rosa Haydee del Valle (M00798) al momento de completar el documento escribió que el fallecimiento fue el 7 de enero del 2023. Volvimos a la morgue del hospital y le señalamos el error, al no encontrar a la doctora que redactó el certificado original otro médico, Héctor Javier Zurakoski (M04786), tuvo que hacer un nuevo certificado de defunción. Increíblemente el segundo certificado de defunción también estaba mal, decía que el momento del fallecimiento fue ese día, el 9 de enero del 2024. Volvimos a reclamar y el médico tuvo que hacer un tercer certificado de defunción. Esta vez, por fin, estaba bien. Decía que el momento del fallecimiento fue el 7 de enero del 2024.
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| Uno de los certificados mal redactados que tengo en mi poder |
El servicio de sepelio ya tenía todo, mi preocupación era los papeles en el Registro de las Personas porque, pasado un plazo máximo de 48 horas, había que solicitar los trámites de defunción ante un juez, pero como estábamos en feria administrativa decidieron hacer más laxo el trámite sin que interviniera la justicia. Finalmente, y tras muchas idas y vueltas, pude velar y darle cristiana sepultura a mi madre.
Me duele mucho relatar esta crónica, pero creo que es necesario que la conozcan para evitar que algo así vuelva a ocurrir. A mi parecer, todo lo que pasamos fue vergonzoso, poco ético y lamentable. Nada justifica el no notificar un deceso, nada justifica hacer mal un documento como un certificado de defunción. Podría iniciar acciones legales, pero sería inútil. La condición de salud de mi madre era reservada, el primer médico que la atendió me dijo que le quedaba poco tiempo, fue sincero y directo, como debe ser un doctor. No sé por qué me dijeron posteriormente que su condición había mejorado cuando jamás salió de terapia intensiva. No sé si realmente falleció el día que dicen que falleció. Tengo muchas dudas y sospechas, pero no soy médico por lo que me reservo las cosas que vi al momento de reconocer el cuerpo, quizás falleció antes de lo que figura en el certificado de defunción, no lo sé. Lo que sí espero es una explicación oficial de lo ocurrido por parte de la directora del hospital, Miriam Ramonda, médica pediatra quien no pude encontrar en el padrón de médicos habilitados en Misiones y quien en todo este tiempo ni siquiera se tomó la molestia de llamarme en persona para tratar de compensar el daño que me hicieron.
Con esto no busco descalificar la atención del SAMIC de Oberá, sé que hay muchos profesionales que se entregan por completo cada día para salvar vidas. Pero también sé que hay irregularidades y negligencias que deben ser denunciadas y corregidas. Por eso, les pido que compartan esta publicación y que exijan justicia por mi madre y por todos los que sufren por la mala gestión de la salud pública.
Daniel Orloff, director de San Vicente Informa.
El accidente ocurrió ayer sábado 13 de enero, alrededor de las 20:10, en la Avenida San Martín de la localidad de El Soberbio. Según informó el cuerpo de Bomberos Voluntarios, el conductor de una motocicleta Yamaha 125cc, identificado como M. M. Golke, de 33 años y domiciliado en el paraje San Ignacio, colisionó con el lateral derecho de una camioneta Chevrolet D20, conducida por G. Pamzenhagen, de 25 años y residente en la zona urbana de El Soberbio. Al parecer, el choque se produjo cuando la camioneta intentaba ingresar a una gomería situada en el lado opuesto de la avenida.
Como consecuencia del impacto, Golke sufrió politraumatismos y fue asistido, estabilizado e inmovilizado por los bomberos, que lo trasladaron al hospital local en una ambulancia de salud pública. Allí, el médico de guardia certificó la gravedad de sus lesiones y lo derivó a un centro de mayor complejidad en San Vicente. Las causas del accidente están siendo investigadas por las autoridades competentes.
